Barisardo
El país nace de la unión de cuatro aldeas suertes alrededor de las iglesias de Sant'Antine, San Costantino, San Leonardo, Santa Cecilia y Santa Susanna, nombres con los que se indican actualmente los barrios principales de Barisardo, llamados Barì hasta el 1864.
Poco antes de entrar en la población se encuentra un enlace sobre la izquierda en la que es indicado la meseta de Teccu, un bonito rincón naturalístico. El país es atravesado por el oriental y es fácilmente reconocible gracias a la presencia del parroquial de Nuestro Señora de Monserrato. El edificio fue construido a partir del siglo XVII y fue completado en lo XVIII, con la intervención de muchos artistas de la época y utilizando los materiales más preciosos de la época como los mármoles napolitanos utilizados por las decoraciones interiores.
En el 1778 fue levantado el campanario planeado por el arquitecto a piamontés Giuseppe Viana, que revistió entonces el encargo de superintendiente jefe por todas las mediciones de la isla. Del país él diparte una calle que, hacia este, le conduce a la Marina de Barì, una espléndida playa dominada por una de las muchas torres de defensa diseminado en la costa. En la ladera sur de la punta sobre la que surge la torre, la playa continua en un largo arenal que también atraviesa los ayuntamientos de Cardedu y Gairo. Cerca de la población de Barisardo se encuentra el interesante nuraghe de Sa Iba Manna, mientras sobre la calle por las playas se encuentra el nuraghe Moru.